Analizando la situación cultural
y teológica, Rahner identifica tres elementos característicos:
1. Vivimos en una ciudad secular
y pluralista, donde los enunciados de la fe perdieron su obviedad y, debido al
pluralismo de la convicciones, resulta más difícil transmitir la verdad
cristiana.
2. Debido al pluralismo, hay que
registrar una ampliación de los conocimientos
en todos los campos del saber.
3. Se ve una solidificación y
anquilosamiento de los conceptos teológicos (del cruce de estos elementos nace la moderna crisis de fe por lo cual es
necesario introducir un nuevo método en la teología donde la fe no sea
solamente trasmitida en sus contenidos
tradicionales sino puestos con la experiencia que el hombre tiene de si).
El método antropológico trascendental
Rahner está convencido de la insuficiencia
del método escolástico practicado en la teología escolástica tradicional
donde los conceptos han de ser sólo
pensados. Por lo tanto, propone practicar en la teología un acercamiento antropológico que parta de la
auto experiencia del hombre.
El método de Rahner se lo conoce
como “método antropológico trascendental” y plantea que
en la experiencia del hombre hay que distinguir entre un a priori y un a posteriori.
El mundo de la experiencia humana es a posteriori (adquirido –categorial- tematizado- clasificable) sostenido por un a priori (no adquirido- trascendental- atemático) y hace posible la
realidad categorial.
El contenido de la experiencia
humana es a posteriori y
categorial y la condición de tales experiencias es la
dimensión a priori y trascendental y está constituida por la estructura del
espíritu finito en el mundo. La trascendentalidad no es
trascendencia sino la estructura apriorística del espíritu humano en el mundo.
La filosofía trascendental de
Rahner es moderna en su planteamiento del problema gnoseológico pero a la vez
recupera la vía metafísica de la
filosofía clásica. La originalidad del pensamiento de Rahner no consiste en la
elaboración de la filosofía trascendental sino en el hecho de haber introducido
en la teología el método antropológico trascendental.
La teología trascendental que él propone no pretende ser
sólo la teología, sino que se cualifica
por la novedad del método que actúa constantemente en dos registros: la
objetividad categorial y la subjetividad trascendental.
Para Rahner, el hombre es el ser de la trascendencia. La realidad
que eso indica es una estructura esencial última e inevitable en el hombre.
En cuanto a las pruebas de la existencia de Dios, Rahner
afirma que no deben ser propuestas desde afuera sino desde adentro, a partir
de la experiencia trascendental del hombre
que acompaña cualquier otra experiencia categorial. Las pruebas clásicas
de la existencia de Dios se proponían de un modo extraño. Estas debían tender a
objetivar conceptualmente lo que es conocido desde siempre aunque sea de manera
trascendental, implícita y atemática, no a introducir desde afuera.